El núcleo de la argumentación de Cantalamessa reside en la idea de que Jesús no solo poseía una naturaleza humana, sino que la utilizó activamente en su relación con el mundo. El autor, basándose en pasajes del Nuevo Testamento, argumenta que Jesús no se limitó a experimentar los dolores y alegrías de la humanidad, sino que los
no es un concepto abstracto, sino una realidad palpable que se manifiesta en la forma en que Cristo se ha hecho presente en la historia y en nuestra vida.
El libro se estructura, en gran medida, como una serie de reflexiones sobre diferentes aspectos de la vida de Jesús, destacando cómo utilizaba sus sentidos para interactuar con el mundo. Se observan pasajes relacionados con el contacto físico (la curación de Lázaro, la compañía con los leprosos), la audición (el examen de las mentes, la escucha de las plegarias), la vista (la mirada de compasión, la observación de la tristeza y el sufrimiento), y el tacto (la mano en la cabeza del niño enfermo). Cantalamessa argumenta que estos actos no eran simplemente acciones teológicas, sino expresiones naturales de un corazón lleno de amor y compasión, un amor que se había manifestado plenamente en la asunción de la naturaleza humana por parte del Hijo de Dios. La obra nos invita a contemplar a Cristo como un Ser humano ante todo, una figura cercana y comprensible, capaz de empatizar con nuestras luchas y alegrías.
La principal tesis de Cantalamessa es que la misericordia de Dios no se puede comprender plenamente sin considerar la forma en que Jesús experimentó el mundo a través de sus sentidos y emociones. El libro nos presenta una visión de Cristo como un ser humano ante todo, un ser que se entregó completamente a la experiencia de la vida, sintiendo alegría y dolor, esperanza y desesperación, como todos los demás. No se trata de una simple «participación» en la condición humana, sino de una incorporación radical, donde el amor de Dios se expresa a través de la experiencia plena de la vida en toda su complejidad.
Cantalamessa enfatiza que esta visión nos ofrece una manera más personal y concreta de comprender el mensaje del Evangelio. En lugar de limitarnos a reflexiones teológicas abstractas, somos invitados a sumergirnos en la realidad de la vida de Jesús, a experimentar su amor y compasión a través de sus sentidos y emociones. El libro nos anima a preguntarnos: «¿Cómo se siente realmente el dolor? ¿Cómo se siente la alegría? ¿Cómo se siente el amor? y a responder a estas preguntas con la conciencia de que Jesús mismo ha respondido a estas preguntas, y que su respuesta es el amor incondicional y la misericordia del Padre.» La obra nos invita a mirar a Cristo, no como un rey distante o un juez, sino como un amigo que se acerca a nosotros, ofreciéndonos su amor y su compasión.
El libro explora, en particular, la importancia de los gestos de Jesús. Desde el simple toque de su mano al sanar a los enfermos hasta la mirada de compasión en su rostro, estos gestos no eran meras acciones teológicas, sino expresiones naturales de un corazón que amaba y que sufría. Cantalamessa argumenta que estos gestos nos revelan la humanidad de Jesús y nos permiten conectar con él a un nivel más profundo. Además, el autor explora la relación de Jesús con el cuerpo humano, mostrando cómo lo consideraba no como una fuente de pecado, sino como un instrumento de la misericordia divina. Este enfoque nos invita a superar nuestros prejuicios y a reconocer la dignidad inherente a cada ser humano, unidos al Cristo, el Hijo de Dios, que se ha hecho hombre para redimirnos a todos.
Opinión Crítica de Esos Tus Ochos Misericordiosos: Los Sentidos Y Los Sentimientos Que Tuvo Cristo Jesus
“Esos Tus Ojos Misericordiosos” es una obra profundamente conmovedora y reveladora que nos invita a una comprensión más rica y profunda de la persona de Jesucristo. La fuerza del libro reside en su capacidad para romper con las interpretaciones teológicas tradicionales, ofreciendo una visión más humana y accesible del mensaje del Evangelio. Cantalamessa logra esto mediante un análisis meticuloso de las Escrituras, combinado con una profunda sensibilidad a las experiencias humanas. El libro, en definitiva, nos recuerda que la fe no se trata solo de creer en un ser divino, sino de encontrar a un amigo en Cristo.
Sin embargo, algunas críticas pueden ser formuladas. El libro se centra de forma casi exclusiva en la exploración de los sentidos y los sentimientos de Jesús, lo que podría llevar a algunos lectores a un enfoque excesivamente sensorial, ignorando, quizás, los aspectos teológicos fundamentales de la doctrina cristiana. Si bien la exploración de la humanidad de Cristo es esencial, es importante no perder de vista los aspectos salvíficos del mensaje del Evangelio, que se basa en la redención de la humanidad a través del sacrificio de Cristo. A pesar de esta pequeña advertencia, la obra logra un equilibrio, ofreciendo una comprensión más holística de la persona de Cristo.
En cuanto a las recomendaciones, “Esos Tus Ojos Misericordiosos” sería un libro excelente para aquellos que buscan una lectura más profunda y personal del Evangelio. Se recomienda especialmente a aquellos que se sienten intimidados por la teología abstracta, ya que la forma en que Cantalamessa presenta el mensaje es accesible, emotiva y, sobre todo, práctica. Sería un libro ideal para la lectura individual y la oración, permitiendo al lector conectar de manera más íntima con la persona de Cristo. Se recomienda además la lectura en comunidad, para compartir las reflexiones y las experiencias que surgen a partir de la lectura del libro.
“Esos Tus Ojos Misericordiosos” es una obra esencial para todos aquellos que buscan una comprensión más profunda de la misericordia de Dios, y un encuentro más cercano con la persona de Jesucristo. Es un libro que invita a la reflexión, a la oración y a la acción, y que nos recuerda que el amor de Dios se manifiesta no solo en las grandes obras, sino también en los pequeños gestos, en la mirada de compasión, en el toque de una mano amiga.


