Le tiré un café encima a Thane Cartwright, uno de los jefazos de mi compañía.La verdad es que se lo merecía.No fue la idea mucho más refulgente de todo el mundo, pero había tenido un mal día.El problema es que ahora me lo está haciendo abonar: me cambiaron de departamento y deberé ser su asistente personal durante nueve semanas, sin que logre llevar a cabo nada por evitarlo.Es un auténtico castigo: toda vez que nos encontramos cerca, es una batalla constante de voluntades, y yo me niego a ceder. Asimismo es un infierno que sea tan guapo y que mis fantasías se cuelen en nuestras discusiones.Hasta el momento en que nos quedamos atrapados en un ascensor y ofrecemos brida suelta a la tensión sexual amontonada entre los dos.Pero ahora Thane quiere algo distinto de mí. Una cita.Solo hay un problema: no sabe que tengo un secreto