Admirado por la belleza de Dorian Gray, el artista Basil Hallward pinta un retrato al óleo del precioso y presuntuoso joven y enlazan una amistad. Ubicada en la alta sociedad en la temporada victoriana en Londres, Dorian también conoce a Lord Henry Wotton, amigo de Basil, quien lo introduce en diálogos filosóficas sobre la belleza y el hedonismo, y lo convence de que sus más valiosas posesiones son su belleza y su juventud. Atormentado por la idea de que cualquier día su belleza se desvanecerá, Dorian quiere tener eterna juventud, en lugar de que el retrato sea quien envejezca por él, pero ¿a qué precio? Desde entonces su deseo se convierte en catástrofe, iniciando un espiral de odio y de vicio. Motivado por la belleza eterna, Dorian se deja llevar por su narcisismo, y mediante la vanidad, la lujuria y la locura consigue la total enajenación de su ser, y un repudio de la sociedad que lo lleva a cometer las más temibles y terribles acciones. El retrato de Dorian Grey es un tradicional de la literatura y una de las piedras angulares en los debates entre la ética y la estética, el bien y el mal, el arte y la vida. Fue amoldada varias veces tanto al cine como al teatro, entre aquéllas que se destacan la película apuntada por Oliver Parker (2009).-