Por distintos causas, desde pequeños aprendemos a enmudecer nuestras conmuevas, a no expresar lo que nos pasa, y menos aún enfrente de los demás. Tal estudio acaba convirtiéndonos en expertos en reprimir lo que nos duele, nos hace temor, ira, tristeza o desesperanza, todos ellos sentimientos complejos que guardamos celosamente en nuestro interior. La represión continúa hasta que algo lúcida estas dolorosas vivencias y nos deja integrarlas.
Por suerte tenemos un recurso excelente para obrar el milagro de reconectar parcelas de nuestra historia que quedaron bloqueadas en el tiempo. Esa herramienta es el cine.
El reflejo de nuestras conmuevas te ofrece comprender la Descodificación Biológica de tus sentimientos por medio de mucho más de 200 películas en las que vas a poder ver reflejada tu propia historia y descubrir así cuál es el enfrentamiento que ha modelado tu sendero de vida, a fin de que, en caso de que lo quieras, puedas escoger otra forma de vivir.
LaDescodificación Biológica nos deja comprender los conflictos que hemos vivido y descubrir las huellas que han dejado en nosotros. Con ese fin, nos enseña a escucharnos con atención para descifrar el idioma de nuestro cuerpo.
Por medio de un paseo por películas de distintas épocas y nacionalidades, Ángeles Wolder tiende un puente entre el cine y las conmuevas, y nos invita a advertir los fotogramas que mucho más nos afectan—esto es, aquellos sentimientos que quedaron congelados en nuestra vida—a fin de que tomemos conciencia de las sensaciones corporales que nos provocan.
Encuentra en el emocionario el tema que quieras trabajar y remítete a las películas que mejor lo reflejen. Volver a ver las historias de cine que mucho más te conmueven y prestar atención al lenguaje de tu cuerpo te conectará con tu propia historia.
«El cine da varios estímulos que activan fragmentos de recuerdos, ciertos de ellos lacerantes si bien de manera eficaz almacenados. Una película actúa como agitador de nuestra historia en el instante en que nos acerca y contacta con partes que tienen un tono similar a eso que hemos vivido».
ÁNGELES WOLDER