Kondrat Kostka es un montañero eslovaco que esta tratando escalar los catorce ochomiles. En su descenso por la cara Sur del Everest, después de realizar la cima, para a descansar en el Balcón. Allí está con otro montañero que descansa contemplando el paisaje. Kondrat entablará una conversación con él sin respuesta, hasta que se da cuenta que aquel montañero está muerto. Sin embargo, se queda impresionado ante el sentimiento de paz y felicidad que refleja su rostro, y durante el resto del descenso no va a poder quitarse esa imagen de la cabeza. Una vez en el campo base se dedicará a indagar quién era aquella persona hasta que por último halla a Pema Nurbu, el guía sherpa de aquella persona durante varios años. Pema Nurbu le incorporará la crónica de aquel montañero y Kondrat volverá a Eslovaquia, todavía con la imagen y la crónica de aquella persona regularmente en sus pensamientos. Unos meses después recibe un obsequio inesperado: Pema Nurbu le envía por correo el diario personal de aquel montañero. Kondrat escoge traducirlo para lograr comprender de qué manera aquel hombre ha podido fallecer en tal estado de paz y felicidad. Tras leerlo, todavía más impresionado, Kondrat toma la determinación de redactar aquella historia en primera persona, tal y como si él fuera el personaje principal, tratando de comprender los sentimientos de aquella persona en los últimos instantes de su vida.