La septima entrega de «Las aventuras del capitán Alatriste». Cruza el puente de los Asesinos con Arturo Perez-Reverte y vive la trepidante conspiración para asesinar al dogo de Venecia.
Nápoles, Roma y Milán son ciertos escenarios de esta nueva aventura del capitán Alatriste. Acompañado del joven Íñigo Balboa, a Alatriste le ordenan intervenir en una conjura crucial para la corona de españa: un golpe de mano en Venecia para asesinar al dogo durante la misa de Navidad del año 1627, y también imponer por la fuerza un gobierno favorable a la corte del rey católico en ese estado de Italia. Para Alatriste y sus camaradas -el veterano Sebastián Copons y el arriesgado moro Gurriato, entre otros-, la misión se muestra bien difícil, osada y llena de sorpresas. Suicida, quizás; pero no irrealizable.
«Diego Alatriste bajó del carruaje y miró en torno, desconfiado. Tenía por sana práctica, antes de entrar en un lugar incierto, establecer por dónde iba a irse, o intentarlo, si las cosas acababan complicándose. El billete que le organizada acompañar al hombre de negro estaba firmado por el sargento mayor del tercio de Nápoles, y no aceptaba discusión alguna; pero nada más se aclaraba en el.»