El clásico de El Principito en una nueva edición oficial que tiene dentro las ilustraciones con los colores originales del creador.
Una maravillosa reflexión de Saint-Exupery sobre la amistad, el cariño, la responsabilidad y el sentido de la vida.
Viví así, solo, sin absolutamente nadie con quien hablar realmente, hasta el momento en que tuve una fallo en el desierto del Sahara, hace seis años. Algo se había roto en mi motor. Y como no tenía conmigo ni mecánico ni usuarios, me dispuse a efectuar, solo, una repa_ración bien difícil. Era, para mí, cuestión de vida o muerte. Tenía agua solamente para ocho días.
La primera noche dormí sobre la arena a mil millas de toda tierra habitada. Se encontraba más aislado que un náufrago sobre una balsa en medio del oceano. Imaginaos, ya que, mi sorpresa cuando, al romper el día, me despertó una extraña vocecita que decía:
-Por favor…, ¡dibújame un cordero!