Érase una vez una saga familiar de terratenientes mexicanos y un niño rodeado de abejas. Con estos elementos Sofía Segovia ha creado una historia de amor por la tierra y del poder de la cooperación entre los humanos.
Una mañana cualquiera un hombre de avanzada edad toma un taxi en la ciudad de Monterrey con rumbo a Linares, su ciudad natal. El viaje solo llevará unas horas, pero el viejo habla y no para, como si enfrente de él se desplegara todo su pasado. De esta forma, el taxista y los lectores vamos a comprender la historia de una familia mexicana de terratenientes, los Morales Cortés, desde el principio del siglo XX hasta hoy.
De pronto, en el fluir de las palabras, asoma la cara amigo de un niño sabio que no puede charlar, pero oye lo que otros no tienen idea o no desean oír, y anda rodeado de abejas. Ellas son sus aliadas y las que van a saber guardar los misterios del caserón de Linares, un lugar donde viven mujeres hermosas y tercas y las naranjas tienen un sabor especial. Incluso la muerte es distinta en Linares, y el hombre lo sabe. Por eso viaja, habla, recuerda…
El murmullo de las abejas nos transporta a un mundo donde casi todo es posible si aceptamos que el cuerpo tiene más de cinco sentidos. Sofía Segovia nos sugiere ir a aguzar la visión, a estar alerta, para olisquear el aire, ver alén de lo aparente y llegar a comprender lo que enserio importa.
Emocionante, conmovedora e impredecible.
Una vuelta de tuerca al realismo mágico, que nos adentra
en el fascinante mundo de lo improbable pero no irrealizable.
Reseña:
«A Segovia se le reconoce el realismo mágico, asemejado al estilo de grandes plumas como Isabel Allende o Gabriel García Márquez. En esta novela las abejas reflejan el trabajo de una generación, la fuerza de la tierra y del pueblo plano, el que hace que todo prospere y que precisa un cambio, una auténtica revolución. Con su «murmullo» incansable […] son las espectadoras mudas de cómo […]cambia la historia de un hombre y de una sociedad.»
Ana Rivera Magaña,Diari de Tarragona