Sabine Baring-Gould, teólogo, arqueólogo, coleccionista y recopilador de canciones populares, poeta, novelista, historiador, hagiógrafo y anticuario, nació en 1834 en Exeter, Inglaterra. Tras estudiar la carrera eclesiástica, Baring-Gould fue designado como pastor de almas a Horbury (Yorkshire), donde conoció a Grace Taylor, una atractiva muchacha, humilde y sin cultura, con la que se casaría y tendría quince hijos. A la desaparición de Grace, Baring-Gould se traslada a Devon, una aldea donde se entregó de lleno a la escritura, llegando a producir una impactante cantidad de libros, pasquines y artículos, entre aquéllos que resaltan dos novelas: The Vicar of Morwenstow (1875) y Mehalah: a Story of the Salt Marshes (1880), tal como veintitrés cuentos de espectros, género al que era aficionado. En este completo estudio de la licantropía a través de los tiempos, el erudito inglés ha conocido conjuntar alegremente la atracción por lo fantástico con la fría racionalidad del científico, de ahí que no desdeñe narrar, con un mimo por el aspecto digno de elogio, numerosos cuentos sobre licántropos con el fin de ilustrar su disertación.Fue en la Europa del siglo XVI donde la maldición del hombre-lobo adquirió tintes de genuina epidemia: entre 1520 y 1630 fueron denunciados treinta mil casos de licantropía a las autoridades seculares o eclesiásticas. En los siglos pasados desde ese momento, las explicaciones de la licantropía fueron muy variadas, desde las drogas alucinógenas a la posesión satánica… La publicación en castellano de El libro de los hombres-lobo (1865) va dirigida no solo a los apasionados a la más auténtica literatura de terror, sino más bien asimismo a los investigadores de la historia fantástica de Europa, a los amantes del folclore más tenebroso y también inquietante, de la antropología, la mitología, e inclusive a los criminólogos y sociólogos.