Los evangelios están escritos en un código oculto. Para descifrar ese código hay que ver el Evangelio bajo su Luz. La expresión «verlo bajo su Luz» no es una expresión metafórica y poética, sino más bien estrictamente científica y técnica. Esa luz es la Luz de Cristo, una luz diferente a la luz del sol, considerablemente más real que ella, con unas características sorprendentes, aparente bajo ciertas circunstancias y ocasionalmente fotografiable por medio de una técnica descubierta en el siglo XX por un extraordinario científico popular francés. Pero ese hallazgo ha permanecido, él mismo, oculto. Al regresar a leer el Evangelio bajo la Luz de Cristo, el código oculto que se revela tiene la capacidad de integrar en una visión mucho más amplia y extensa las diferentes interpretaciones que han confrontado a las distintas iglesias cristianas entre sí y a las otras religiones con el cristianismo; pero, sobre todo, posee la virtud, aun, de despertar en el hombre y la mujer de nuestros días —adscritos o no a religión alguna— una expansión inusitada de la conciencia de sí y del cosmos, la conciencia misma que requerimos integrar para solucionar los problemas gigantes de la Tierra y la raza humana de nuestros días. Albert Einstein aseveró que lo excelente no es ofrecer respuestas novedosas a viejas cuestiones, sino más bien ser con la capacidad de elaborar cuestiones totalmente novedosas. El Lenguaje de la Luz: el Código Jesús el Cristo nos expone interrogantes inéditos y nos impulsa a respuestas inauditas. Hay quien podrá pensar que hablamos de una interesante ficción literaria, quien lo considerará un estudio bíblico estricto o aun quien lo va a sentir como un hallazgo científico de primera importancia. A quién ofrecerle la razón es sin importancia si hay un espacio en nuestra psique en donde no sea operativa la distinción entre ficción y situación, por el hecho de que sea el lugar en el que creamos aquello en lo que suponemos, ese rincón que es el que menciona Jesús cuando habla en los evangelios de la «fe que hace milagros». El Lenguaje de la Luz: El Código Jesús el Cristo es, precisamente, un libro audaz, revelador, sorprendente y necesario.