Una novela de iniciación a la vida que tiene el ritmo de un thriller. Al aproximarnos a El jilguero, vamos enfocando una habitación de hotel en Amsterdam. Theo Decker lleva más de una semana encerrado entre esas cuatro paredes, fumando sin frenos, tomando vodka y masticando temor. Es un hombre joven, pero su historia es extendida y ni él sabe bien por qué razón ha llegado hasta aquí.¿De qué forma empezó todo? Con una explosión en el Metropolitan Museum hace unos diez años y la imagen de un jilguero de plumas doradas, un cuadro espléndido del siglo XVIII que desapareció entre el polvo y los cascotes. Quien se lo llevó es el mismo Theo, un chiquillo entonces, que de pronto se quedó huérfano de madre y se dedicó a gastar su vida: las drogas lo arañaron, la indiferencia del padre lo cegó y su amistad con el joven Boris lo llevó a la delincuencia sin más trámites. Todo parecía a puntito de acabar, y de la peor de las maneras, en el desierto de Nevada, pero no. Al cabo de cierto tiempo, otra vez las calles de Manhattan, una pequeña tienda de anticuario y un bulto sospechoso que en este momento va pasando de mano en mano hasta llegar a Holanda.¿De qué forma acabará todo? Esto está a cargo del talento de Donna Tartt, que puesto al día las reglas de los enormes profesores del XIX, siguiendo a Dickens pero también a los individuos de Breaking Bad , para redactar El jilguero, probablemente el primer tradicional del siglo XXI.»No se habla solo de suspense y de intriga…Donna Tartt ha creado una novela gloriosa, que nos devuelve el exitación profundo y compulsivo de la lectura.»Michiko KakutaniThe New York Times