Si con objeto de socorrer al mundo y de frenar el efecto invernadero se prohibieran todos y cada uno de los comburentes fósiles y sus derivados, así como la tala de árboles para la agricultura o para la fabricación de papel, solo quedaría solo una fuente natural renovable anualmente con aptitud para suministrarnos la mayoría del papel, la tela y los alimentos que consumimos; una única fuente de estas especificaciones que asimismo podría adaptarse a las necesidades domésticas, de transporte y de energía industrial que se imponen en nuestro mundo, además de posibilitar, al tiempo, una disminución en los escenarios de polución, la regeneración del sustrato terrestre, y un saneamiento integral de la atmósfera. Un recurso natural que sería nada más y nada menos la misma fuente natural universal de todos los tiempos: el CÁÑAMO, CANNABIS o, dicho de otra manera, la MARIHUANA. – Jack Herer
Prólogo de Antonio Escohotado.