Criar a un niño es una tarea en la que se reactiva la crónica de cuidados del adulto. Para los progenitores y madres que provienen de entornos negligentes, agresivos, exageradamente exigentes o descuidados, las heridas emocionales del pasado pueden interferir poderosamente con sus habilidades actuales para criar de manera segura. Así, los adultos traumados pueden transmitir aspectos de su mal no resuelto al niño. Este libro explora con detalle los mecanismos por los que el daño de una generación puede ser heredado por la generación siguiente, y presenta los principios de una viable psicoterapia centrada en el vínculo con familias atacables. Apoyándose en los descubrimientos más relevantes de la psicología del apego, el moderno psicoanálisis y las terapias progenitores-hijos, el autor desarrolla un retrato de la seguridad, la inseguridad y el trauma en las relaciones tempranas, así como un modelo de intervención que busca reconstruir la seguridad en dichas relaciones. El libro desarrolla una síntesis comprensiva de los obstáculos que pone el trauma parental en el camino de una crianza segura. Los círculos viciosos de la inseguridad y el trauma que se describen en estas páginas, al repetirse, generan ciertos daños evolutivos en el niño. A largo plazo, estos daños pueden arrastrar a la víctima a transformarse en victimario …