El color en Venecia tiene dentro 4 cuentos que Camillo Boito escribió entre 1876 y 1891. Tres de ellos son un homenaje a Venecia, donde podemos encontrar exquisitos apuntes pictóricos, ambientales, que nos traen el color de Venecia, su sensualidad y las experiencias que capta una mirada inteligente, mientras glosa el arte de colorear la ciudad y sus vicisitudes. Dante, Petrarca, Boccaccio, Shakespeare, son evocados al lado de la legión de pintores que hicieron de Venecia un desafío para su arte y motivo de búsqueda. Venecia y la música confluyen mágicamente en El maestro de setticlavio, considerado la obra maestra de Boito. El demonio mudo es hermoso e inclasificable. 4 horas en el Lido, el relato que cierra el volumen, es una pequeña joya que desgrana la maravilla de un atardecer en Venecia, el puro goce de su cielo, su mar, su horizonte y una percepción de la vida que solo Venecia puede darnos. Boito nos dice de la ciudad: «Es una guirnalda de flores aromatizadas; es un collar de piedras hermosas. Es una cosa lasciva e impresionante».