Si Elena Peralta viaja a México es porque nada la ata ya a su país natal, España. Va en pos de la madre que nunca conoció, en pos de la hacienda que hace aparición en velados recuerdos de infancia, en busca del árbol familiar que ha regado con la esperanza. No obstante, la primera noticia que recibe al llegar a su destino es que su madre termina de morir. Tras los muros del silencio se esconden, sin dudas, las claves que van a dar sentido a su historia y su pasado.
Antonio, el cacique local, asimismo ha perdido a su padre en extrañas circunstancias. Acoge a la recién llegada con desconfianza, ya que la sombra del asesinato se cierne sobre las dos muertes recientes, y el mayor sospechoso es Agustín, el hermano que Elena espera localizar pero que ha huido de la justicia.
De a poco, Elena y Antonio dejarán de lado los recelos y sucumbirán a la fuerte atracción que sienten el uno por el otro, a una pasión delirante. También tirarán del hilo hasta sacar a la luz los oscuros secretos que unen a sus dos familias. Pero la realidad amenaza con separarlos, porque el árbol familiar fué regado con sangre.