«En ciertos de sus cuentos Gabriel García Márquez habla de un hombre que
está muriendo de pobreza en el paraíso. Cualquier colombiano, rico o
pobre, puede hoy reconocerse allí.»
«Hicimos del más favorecido territorio del continente una
desoladora pesadilla. Las sierras eléctricas aniquilan una naturaleza
que podría socorrer; la conquista de América prosigue con su viejo
rostro despiadado contra los hombres y las selvas; la peste del olvido borró
nuestros orígenes y nuestros sueños. Pero todos requerimos un país. Las
páginas que siguen no son más que un esfuerzo sincero por comprender lo
que somos: un escritor tiene el deber de ser parte de su tierra y de su
temporada. Reinventar el país no puede ser tarea de unos cuantos, pero la
enormidad de la labor prácticamente pide milagros. Recuerdo entonces aquellas
palabras de Voltaire nsobre los hombres de su tiempo: Precisaban
milagros: los hicieron»