A lo largo de este manual, vamos a emprender ciertos puntos referidos a la evaluación, diagnóstico y régimen de los problemas de aprendizaje. Ya que el término de problemas de aprendizaje frecuenta utilizarse como homónimo de trastornos de aprendizaje, retraso o fracaso escolar, abordaremos los tres términos anteriormente mencionados. El término trastornos de aprendizaje describe un trastorno neurobiológico por el que el cerebro humano funciona o se estructura de forma diferente. Cuando se charla de retraso escolar, nos nos encontramos refiriendo a un desfase en el aprendizaje, que no supera los dos años con relación a otro niño cuyos factores académicos se consideran correctos. Si se sobrepasan esos dos años, podemos estimar el término no como retraso, sino más bien como fracaso escolar. Cuando hablamos de término de fracaso escolar tenemos que hacer referencia a la proposición de corte sociológico que mantiene que siempre y en todo momento hay tres partes implicadas: el niño, su familia y la escuela. La evaluación de los problemas de aprendizaje es, por su complejidad, una labor de especialistas, si bien los profesores son colaboradores imprescindibles. Sin su colaboración podemos hacer un diagnostico impecable, pero no alcanzaremos a conseguir ni uno solo de los objetivos previstos en el proyecto. La implicación del instructor es un factor fundamental en todo programa de intervención destinado a pequeños con problemas de aprendizaje.