En esta obra se hace el análisis iusfilosófico de las novelas de un escritor y jurista excelente, el escocés Robert Louis Stevenson. La dificultad ética de sus narraciones, cualidad que reconocen escritores como Chesterton o Borges entre otros, fué obviada comúnmente por una crítica literaria habituada a destacar lo que es epidérmico en Stevenson. Sus novelas reflejan episodios y situaciones donde interaccionan individuos relacionados con la ley como abogados, fiscales o jueces con una peculiar variedad de individuos que representan el espíritu de la violación de la norma jurídica o ética. Esta obra exhibe asimismo la trascendencia y alcance de las emociones en la formación del juicio ética, como lo teorizaron los ilustrados escoceses, y cómo la justicia al final es el resultado tanto de las relaciones entre la gente como de su interacción con preceptos jurídicos, éticos, políticos o religiosos. Todo ello contribuye un sentido de la justicia, el de Robert Louis Stevenson, de una asombroso originalidad que exhibe la contribución de la literatura al análisis jurídico en un contexto académico moderno como el nuestro, excesivamente volcado en la mente y el análisis racionalista.