En un mundo globalizado, cada vez son menos las zonas libres de la aculturación occidental que sostienen su forma de vida tradicional. Estos rincones remotos nos dejan trasladarnos a otros mundos, a otras realidades, conocer otras cosmovisiones y fascinarnos a traves del viaje, el que, en estas situaciones,cuesta discernir si es más físico o psicológico. Mediante pequeñas historias de viaje,se cuenta lo cotidiano de esos rincones remotos. Lo cotidiano de estas etnias olvidadas. Aquello que, pese a que ocurre cada día en algún sitio de todo el mundo, deja al viajero occidental sumido en el más absoluto de los asombros.Estos son los últimos suspiros de mundos que se desvanecen y merecen ser contados antes que pasen a ser un mero recuerdo de la increíble variedad cultural que un día pobló este mundo. Y que manera más óptima de acercarnos a ellos que con pequeñas historias, que conformanágrandes aventuras.