Nueve tragedias para turbar la cabeza del lector, infestadas de muertes y delitos inolvidables. La mexicana Laura Méndez de Cuenca demostró en su obra, tanto en los textos periodísticos como en los literarios, una fascinación por lo macabro, por el lado oscuro de los seres humanos. Consiguió escapar de las convenciones más incómodas de su y tambiéńpoca, reivindicó la independencia de la mujer, denunció la crueldad a la que se ve doblegada y, bajo el sello de un estilo literario impecable, plasmó su propia forma de vida en su escritura. El lector tiene en este momento la posibilidad de saber a la pionera del relato criminal en lengua española. El delito y la fatalidad trazan la peculiar línea de estos cuentos, protagonizados por individuos que, ante una sociedad opresora, solo tienen dos opciones: fallecer o matar.