Les llaman street boys, pequeños de la calle. Solo en Nairobi hay 60.000 pequeños viviendo solos, pasando hambre y deambulando como zombies por las calles, olvidados de todo el mundo y de sus familias. Javier Aranguren se tropezó con esta situación cuando fue a Strathmore University como instructor visitante de Filosofía. Comenzó invitando a comer y comprando algo de ropa a algunos pequeños, pero pronto entendió que eso duraba poquísimo, mientras que la educación sirve para toda la existencia. Por esa razón procuró colegios, matriculó a los pequeños y fue a comprarles uniformes, obligatorios en todos los centros escolares del país. En la zapatería se quedaron perplejos; era el primer cliente que encargaba cien pares de zapatos…Esta es la crónica de Karibu Sana, fundada por Javier Aranguren para contribuir a un conjunto concreto de pequeños que en este momento mismo están embarcados en la aventura de su infancia.Tras ser rescatados de situaciones terribles, han empezado a ir a la escuela en un país donde la diferencia entre tener una titulación y no tenerla significa perpetuarse en la pobreza o combatir por tener la posibilidad de una vida mejor.