El libro, meticulosamente reconstruido por Stefan Zweig, narra la compleja historia de la relación entre Guillermo Farel Castellio y Juan Calvino. Castellio, un humanista bretón, arribó a Ginebra en 1536, con la intención de denunciar la corrupción y la superstición de la Iglesia Católica. Su enfoque, basado en el humanismo renacentista, se centraba en la razón y la moralidad individual, y en una crítica constructiva de las prácticas religiosas. A diferencia de Calvino, que promovía una interpretación más rígida y dogmática de la Biblia, Castellio defendía una
. En ocasiones, Zweig puede ser un poco demasiado propenso a presentar a Castellio como un héroe absoluto, sin reconocer sus fallos o sus limitaciones. Además, el libro puede ser un poco pesado y laberíntico, especialmente para el lector que no esté familiarizado con la historia de la Reforma Protestante. No obstante, estas son consideraciones menores en un libro que es de vital importancia para cualquier persona que se interese por la libertad, la tolerancia y la justicia.
Recomiendo «Castellio Contra Calvino» a todos aquellos que deseen profundizar en la historia de la Reforma Protestante, así como a quienes estén interesados en la relación entre la fe y la razón. Es un libro que nos hace reflexionar sobre nuestras propias creencias y valores, y que nos recuerda que la libertad de pensamiento es un derecho fundamental que debe ser defendido siempre. Es un libro que nos invita a cuestionar el poder y la autoridad, y que nos recuerda que la verdad no es algo que se dé por hecho, sino algo que debemos buscar con ingenio y determinación. un libro que es tanto interesante como inspirador.


