Cleo Connelly siempre y en todo momento quiso ser como su hermana Leslie. De ahí que, cuando decidió trabajar para la Ley, Cleo la prosiguió y se esmeró siempre y en todo momento por venir a su nivel. Pero solo Leslie fue aceptada en el FBI, al tiempo que Cleo debió conformarse con patrullar su localidad natal: Novedosa Orleans. En este momento, Leslie ha desaparecido. El subdirector del departamento del FBI ha visitado a Cleo para pedirle que les asista y colabore en su misión salve, ya que necesitan un perfil parecido al de su hermana. La joven policía, llevada por el miedo y la desesperación, accederá a hacerlo antes de comprender exactamente en qué género de misión se encontraba Leslie metida: ¿Un Papel llamado Dragones y cárceles DS? ¿BDSM? ¿Tráfico de drogas? ¿Red de trata de personas? ¡¡¿¿BDSM?!! Si antes le hubiesen explicado que tendrían que instruirla para hacerla pasar por sumisa, es posible que la contestación fuera otra_ ¿Sumisa? ¡¿Ella?! ¡Pero si su resistencia al mal era nula y pegaba a la que le hacía las manicuras! Sin embargo, por su hermana haría cualquier cosa. Un instante. ¿Había dicho el subdirector que su «amo barra instructor» iba a ser Lion? ¡¡¿¿Lion De roma??!!¿Exactamente el mismo niño que le tiraba de las coletas, se reía de su poco pecho y siempre y en todo momento se lo hacía pasar mal? El atrayente y arisco Lion De roma está devastado por la muerte de su mejor amigo Clint, encontrado fallecido mientras trabajaba de encubierto en la misión de la trata de blancas donde se hallaba inmerso adjuntado con Leslie Connelly, una de las mejores agentes del FBI, cuyo paradero se hallaba irreconocible. Lion hará lo viable por recobrar a Leslie, y si para esto debe infiltrarse en el rol de BDSM con la sexy, inconsciente y atrevida de su hermana Cleo, el sacrificio merecería la pena. Lo que nadie sabía era que someter y también enseñar a Cleo en el arte de la dominación y la sumisión, era algo que deseaba hacer desde el instante en que la joven cumplió su mayoría de edad.