«Desde mediados de los años ochenta, nadie había sido con la capacidad de dominar en Giro, Vuelta y Tour como lo hizo el ciclista de Pinto.
La Triple Corona le reserva un hueco en la lista de los mucho más enormes de todos los tiempos, siendo el único español que alcanzó semejante logro. Ocaña, Angosto o Indurain no consiguieron culminar el reto.
Y, no obstante, su carrera no ha sido siempre y en todo momento un camino de éxitos y alegrías. Sus victorias partieron de sus piernas, pero se forjaron en
una determinación y espíritu de superación fuera de lo común.»
