“A Sotavento” de VICTORIANO J PERALTA, publicado por Caligrama Editorial, es una novela que te atrapa desde la primera línea. La obra, impregnada de una atmósfera nostálgica y melancólica, explora temas como la memoria, la pérdida, la identidad y el impacto de la industrialización en la vida rural. A través de una prosa exquisita y una narrativa que se entrelaza con elementos fantásticos, el autor nos transporta a un mundo donde lo antiguo y lo moderno chocan, generando una experiencia de lectura profundamente conmovedora. La novela, además, destaca por su meticulosa construcción de personajes y su ambientación que evoca un paisaje americano rural, pero también por la presencia de una voz narrativa poderosa y única que emerge como un símbolo de resistencia y memoria. El libro es un invitación a reflexionar sobre nuestro pasado y la fragilidad del presente.
El libro de PERALTA nos presenta un relato rico en simbolismo y referencias literarias, donde la forma en que se cuenta la historia es tan importante como la historia misma. La elección de la voz narrativa, una figura melancólica y, en última instancia, un halcón, la convierte en una pieza fundamental de la obra. A través de esta voz, el autor nos confronta con la pérdida de un mundo idealizado y nos invita a cuestionar las consecuencias de la modernización. “A Sotavento” no es simplemente una novela de ficción; es un alegato por la memoria, por la dignidad del trabajo manual, y por la importancia de mantener viva la conexión con las raíces.
La historia de “A Sotavento” se centra en Samuel «Sam» Finch, un anciano alquimist que vive recluido en una destartalada granja en el corazón del condado de Kansas. Sam, un hombre de rostro surcado por las arrugas y mirada penetrante, está consumido por la búsqueda de un elixir que le permita “volver a ver a la chica”. Esta «chica» es una mujer del pasado, una visión efímera que aparece y desaparece sin control, representando la memoria fragmentada y la pérdida irrecuperable del amor. La trama se va desarrollando a través de sus diarios, que revelan un pasado misterioso y una historia de amor trágica que lo ha marcado para siempre.
La vida de Sam se ve interrumpida por la llegada de Elijah, un joven de la ciudad que se ha convertido en un «reparador de maquinaria», un oficio que combina la mecánica con una extraña habilidad para entender las «necesidades» de las máquinas, y por extensión, de las personas. Elijah, que irrumpe en su mundo con una energía juvenil y un idealismo pragmático, se convierte en el catalizador que despierta en Sam la necesidad de compartir su historia. A medida que Elijah escucha los relatos del anciano, se revela una narrativa que se extiende a lo largo de décadas, desde la llegada de los primeros colonos al oeste, hasta la desoladora caída de la granja Finch y el impacto del progreso industrial. La historia se teje con recuerdos de la infancia de Sam, su amor por Lucinda, y la lenta decadencia de un mundo rural que se ve amenazado por el avance de la agricultura industrial.
El secreto central de la novela radica en la idea de que Sam no solo está buscando una cura para su enfermedad, sino también una forma de “entender el viento”. Esto se relaciona con la última voz que escucha, la del último halcón, una figura mítica que se asemeja al príncipe del aire, arrumbando los juguetes en las gateras antes de que los hombres inventaran los aviones de guerra, arrumbaran los juguetes en las gateras y convirtiéramos en checas los salones de baile. La voz del halcón representa la sabiduría ancestral, la conexión con la naturaleza, y la memoria colectiva de un pueblo que ha sido olvidado por la modernidad. La búsqueda de Sam, por lo tanto, es, en última instancia, una búsqueda de significado y de conexión con su propio pasado, así como una defensa contra la pérdida y el olvido.
El libro emplea una estructura narrativa fragmentada, presentando el relato a través de la correspondencia entre Sam y Elijah, y las reflexiones del propio Sam sobre su vida y la naturaleza del tiempo. Este estilo, deliberadamente poético y evocador, permite al lector construir la historia en paralelo con el protagonista, ayudando a la consolidar la conexión que se establece entre ambas personas. A medida que se revelan detalles del pasado, el lector comprende la profundidad de la herida emocional de Sam y la desesperación que lo lleva a buscar la «cura».
La figura del halcón, la voz narrativa, no es simplemente un elemento decorativo; es una figura central en la comprensión de la novela. La descripción del halcón como una criatura “arrumbando los juguetes en las gateras” es particularmente significativa. Simboliza la desaparición de las formas de vida tradicionales, la pérdida de la inocencia, y el impacto de la industrialización en el paisaje rural. Esta imagen, resonando con la mitología del vuelo y la libertad, actúa como un ecosistema de recuerdos, alimentando la obsesión de Sam y ayudando a Elijah a comprender mejor la verdadera tragedia que se está desarrollando. La relación entre estas dos voces, Sam y el halcón, es el núcleo de la novela.
A medida que avanza la historia, se revela que la obsesión de Sam no es solamente una cuestión de amor perdido, sino también una reflexión sobre la naturaleza de la memoria y su fragilidad. El «elixir» que busca no es una cura física, sino un medio para “entender el viento” y descifrar las pistas dejadas por el pasado. El libro también explora la idea del progreso como un proceso destructivo que arrasa con el pasado, presentando una visión pesimista de la industrialización como un agresor, una fuerza impersonal y despiadada que transforma el mundo en lo que el autor llama “un cadáver en el campo”. La historia del halcón, por tanto, se convierte en una advertencia, un llamado a recordar y a valorar el pasado.
Opinión Crítica de A Sotavento
“A Sotavento” es, sin duda, una novela de gran belleza y profundidad. VICTORIANO J PERALTA ha logrado crear una historia que es a la vez melancólica y esperanzadora, que invita a la reflexión sobre temas universales como el amor, la pérdida, la memoria y el sentido de la vida. El uso de la voz narrativa del halcón es innovador y potente, sumergiendo al lector en un mundo de simbolismo y evocación poética. La prosa es exquisita y llena de imágenes vívidas que te transportan al corazón de Kansas.
El ritmo de la novela es lento y reflexivo, lo que le permite explorar en profundidad los temas que plantea. Aunque algunos lectores podrían encontrar este ritmo demasiado pausado, creo que es una decisión estratégica que ayuda a crear una atmósfera de melancolía y suspensión. La novela no ofrece respuestas fáciles, sino que invita al lector a interrogarse sobre su propio pasado y sobre la naturaleza del tiempo. Considero que PERALTA ha logrado crear un testimonio conmovedor sobre la resiliencia del espíritu humano y la importancia de mantener viva la memoria. Sin duda, es una novela que te acompañará mucho tiempo después de haberla terminado de leer.
El libro es una recomendación imprescindible para los amantes de la novela poética y de la prosa sintética. También es una excelente opción para aquellos que buscan una historia que les haga reflexionar sobre la relación entre el hombre y la naturaleza, y sobre los impactos de la industrialización en el mundo rural. Considero que “A Sotavento” es una obra que revalida la importancia de la memoria y que nos recuerda que el pasado siempre está presente, moldeando nuestro presente y ofreciendo valiosas lecciones para el futuro. Es una novela que me ha dejado una profunda impresión y que definitivamente la recomiendo a cualquiera que busque una lectura sugerente y emotivamente impactante.


