Deseada, buscada, causada, inadvertida, la soledad puede adoptar muchas formas, pero en la mayoría de casos es una situación que nos da miedo, nos genera rechazo y tratamos de evitar a toda costa. En el planeta actual y singularmente desde una alguna edad, semeja que la soledad se comprende como un fracaso: estar soltero, divorciado o separado es algo que debe superarse a toda costa. Sin embargo, entender estar solo es en realidad un signo de madurez, de autonomía, de riqueza personal.
A solas es una oda a la vulnerabilidad, al atrevimiento, a no dejarse vencer. Silvia Congost, una de las psicólogas más conocidas de este país, rompe en este libro, lleno de reflexiones y consejos, con las ideas preconcebidas sobre no tener pareja y nos sugiere ir a perderle miedo al monstruo de la soledad desde su experiencia. A quedarnos en silencio escuchando nuestro cuerpo, conectando con los latidos de nuestro corazón, con el estruendos de nuestra respiración u observando la forma y el contenido de nuestros pensamientos. A atravesar los tortuosos caminos de la soledad hasta llegar a la propia liberación, esa que solo se logra en el momento en que vamos de frente, sin dejar de avanzar.